En la formulación de raciones para las diferentes categorías de cerdos existen distintas materias primas que el productor tiene a su alcance.
Los principales factores que condicionan el tipo de materia prima a elegir son:
- Aportes nutricionales
- Palatabilidad
- Presencia de factores antinutricionales
- Precio
- Alteraciones en la calidad de la carne
- Logística y disponibilidad
En nuestro país dada la amplia distribución de los cultivos tradicionales es muy común la existencia de fórmulas a base maíz y algún subproducto de soja.
De acuerdo a las características y los aportes nutricionales de las materias primas se pueden agrupar como:
- Energéticas: generalmente son cereales donde el maíz dada su amplia distribución, alta palatabilidad, ausencia de factores antinutricionales y alta concentración energética es el más utilizado por los productores de cerdos para la elaboración de sus raciones.
- Proteicas: la soja y sus derivados son sin duda el producto más utilizado como fuente de proteína en la dieta de los cerdos. Luego de la extracción del aceite se obtienen subproductos tales como el expeller y harinas de soja. El contenido de aceite en cada producto es distinto, el expeller de soja (8 a 12% de extracto etéreo) tiene mayores aportes energéticos que una harina de soja Hi Pro (alta proteína) con valores cercanos a 2% de EE
Otra alternativa es el uso de soja entera que previamente haya tenido tratamientos adecuados para la eliminación de los factores antinutricionales.
- Fibra: generalmente se incorpora aporte de fibra bruta a las raciones de cerdas en gestación por los beneficios que esto conlleva, los ingredientes más utilizados son afrechillo de trigo, cascarilla de soja, harina de girasol y pellet de alfalfa deshidratada. Los aportes nutricionales de las mismas son variables, las concentraciones de fibra bruta van desde un 10% en el afrechillo de trigo a un 38% en la cascarilla de soja por lo que sus inclusiones dependen de cada tipo de materia prima. Existen también fuentes de fibra sintéticas libres de micotoxinas con una alta concentración de lignina-celulosa que hacen que se utilice a menor inclusión que las anteriores.
Alternativas
Cuando hablamos de materias primas alternativas para la nutrición porcina, nos referimos a ingredientes que se utilizan como sustitutos de los ingredientes tradicionales en las dietas, que como se menciona anteriormente en nuestro país son Maíz y derivados de Soja.
Estas materias primas alternativas pueden ofrecer beneficios como:
– Reducción de costos
– Mejora de la sostenibilidad
– Incremento de la eficiencia nutricional
– Reducción de la dependencia de ingredientes tradicionales
– Mejora de la salud animal y del medio ambiente
– O simplemente superar un momento de escases de las materias primas tradicionales
Sin embargo, es importante considerar factores como la disponibilidad, el costo, la calidad y la aceptación por parte de los animales, tanto para tomar la decisión de incorporarlas o no… como también para decidir el % de inclusión que recomendaremos.
Para determinar el nivel máximo de cada materia prima que se puede utilizar en la nutrición porcina, se deben considerar varios factores:
1. Requisitos nutricionales: Asegurarse de que la dieta cumpla con los requisitos nutricionales de los cerdos, como proteínas, energía, vitaminas y minerales.
2. Digestibilidad: Evaluar la capacidad de los cerdos para digerir y absorber los nutrientes de la materia prima.
3. Limitaciones químicas: Considerar las limitaciones químicas, como el contenido de fibra, cenizas, humedad y contaminantes.
4. Impacto en la salud animal: Evaluar el impacto de la materia prima en la salud de los cerdos, como la posibilidad de causar enfermedades o problemas digestivos.
5. Regulaciones y normas: Cumplir con las regulaciones y normas locales e internacionales sobre la utilización de materias primas en la alimentación animal.
Es importante mencionar que estos parámetros varían dependiendo de la categoría y necesidades individuales de los cerdos, por lo que es recomendable consultar con un nutricionista animal para determinar los niveles máximos específicos para cada situación.
Alternativas para el aporte de energía
- Con ciertas limitaciones en su inclusión existen alternativas como cebada, centeno y trigo. La inclusión de estas puede ir acompañada de la incorporación de un complejo enzimático para mejorar la digestibilidad y disponibilidad de nutrientes.
- El sorgo puede presentar diferentes niveles de concentración de taninos, que entre otros aspectos disminuyen la palatabilidad del alimento, la digestibilidad de las proteínas y provocan menor concentración de amilasas digestivas. Debido a estas características su inclusión en categorías como la recría es delicada.
- La burlanda seca de maíz o DGGS, es otra materia prima que presenta buenas características en cuanto a aporte de energía y también posee una interesante concentración de proteína, aunque de baja calidad. En este caso las limitaciones de uso están ligadas al % de fibra y concentración de micotoxinas principalmente
- Los aceites vegetales son otra excelente fuente de energía dado su alta concentración de ácidos grasos, pero se debe tener precaución en cuanto a su incorporación (dosificación) en la mezcladora.
Alternativas para el aporte de proteínas
- Pueden considerarse subproductos de la industria alimentaria como suero, harinas de carne, harina de pescado, gluten de maíz.
- Se incluyen en este grupo legumbres como arvejas, porotos o garbanzos, que también son fuente de energía.
- Recientemente se ha comenzado a tener en cuenta la harina de insectos, la cual es rica en proteínas y aminoácidos esenciales.
- Otras: también puede tenerse en cuenta subproductos de otras industrias como alimentos de consumo masivo o alimentos para mascotas
Conclusión
Existe gran variedad de materias primas alternativas para la formulación de dietas para los cerdos, para cada una de ellas es necesario evaluar las características nombradas como precios, disponibilidad, factibilidad de incorporación y practicidad en el almacenamiento. Una vez tenido todo esto en cuenta, se recomienda la realización de un análisis de laboratorio para determinar los aportes nutricionales de la misma y luego proceder a una formulación inteligente y balanceada, la cual permita mejorar el costo por kg producido o bien lograr pasar un momento de baja disponibilidad de las materias primas tradicionales, sin perjudicar los resultados zootécnicos de la granja.