Tradicionalmente en granjas de producción porcina de ciclo completo existen tres sitios: uno destinado a las hembras reproductoras (sitio 1) y otros dos dedicados a la recría de los lechones (sitio 2) y el engorde (sitio 3), donde este último engloba a las etapas de desarrollo y terminación de los cerdos en su etapa de capón. Como alternativa a esta opción en el manejo del flujo de los animales y diseño de las instalaciones surge en la década de 1990 promovido por Joe Connor en Estados Unidos el sistema Wean to Finish (destete-venta) que tiene la particularidad de que los animales transcurren todo su ciclo productivo en un único sitio (Forcada y Wennberg, 2009) a diferencia del sistema tradicional.
La principal ventaja que presenta el sistema Wean to Finish es la de prevenir diversas situaciones de estrés en los animales al evitar excesivos movimientos y cambios de ubicación que provoca la conformación de nuevos grupos y establecimiento de nuevas jerarquías sociales, menor riesgo sanitario al tener en cuenta la premisa del all in- all out (todo adentro- todo afuera) evitando los flujos continuos normalmente empleados en la producción porcina. Estas ventajas permitirían contemplar un mayor bienestar a los animales y además mejorar notablemente los resultados zootécnicos: ganancia de peso, conversión alimenticia, mortalidad y reducción al tiempo de faena, y en consecuencia los resultados económicos de los establecimientos (Bó, 2022).
Como desventaja, el sistema el sistema Wean to Finish debe considerar los distintos requerimientos ambientales y de instalaciones de los animales en todas sus etapas, desde un lechón destetado que precisa 28°C de temperatura de confort hasta un capón próximo a faenarse que necesitará una temperatura inferior a los 15°C, por lo que se deberá tener en cuenta la inversión inicial para evaluar la rentabilidad del sistema.
En un sitio 2 tradicional, la recría se realiza en salas con pisos ranurados de plástico dado su mayor capacidad térmica y evita pérdidas de temperatura por parte de los lechones, en este sistema se suelen usar pisos ranurados de hormigón similares a los de las instalaciones de engorde o sitio 3. Por ello es muy importante contar con los medios necesarios para disminuir pérdidas de temperatura en etapas iniciales como el uso de ventilación mínima en salas cerradas y controladas automáticamente, uso de calefactores (campanas de gas o lámparas infrarrojas), tapetes, entre otros. El uso de la doble densidad es una práctica frecuente donde los corrales son cargados a una densidad mayor a la final, es decir, en caso de finalizar a 0,65 m2 por capón, al ingresar a las instalaciones lo harán a una densidad de 0,32 m2 por lechón hasta los 42/49 días de vida que ya utilizan el galpón completo asemejándose a un galpón tradicional de engorde.
En líneas generales estos galpones cuentan con robustos sistemas de refrigeración a través de paneles evaporativos y extractores por presión negativa para lograr una correcta sensación térmica para el confort animal, especialmente en etapas avanzadas del animal desde los 25-30 kg de peso vivo en adelante.
En cuanto a comederos y bebederos es importante contar con las cantidades suficientes para el número de animales a alojar por corral en el caso de utilizar el manejo a doble densidad en edades iniciales y que los mismos se adapten a la etapa de lechón y capón. Los bebederos suelen ser del tipo colgantes para que la altura de los chupetes pueda ser ajustada conforme avance el tamaño (altura) de los animales.
Bó (2022) halló que los cerdos provenientes de un sistema Wean to Finish tuvieron una ganancia de peso adicional de 1,4 kg más con 1,5 días menos de estadía y un menor consumo de alimento por grupo en una granja de producción porcina en Argentina, valores similares a los reportados por autores de otros países que cuantificaron significativas reducciones en los días a faena para obtener un determinado peso fijo de los animales y menores porcentajes de mortalidad en el sistema Wean to Finish respecto al sistema tradicional (Fangman et al., 2001, Connor, 2002 y Samuel, 2020). A nivel productivo y comercial, esto implicaría la obtención de más canales, más pesadas en un menor tiempo y con una menor cantidad de alimento consumido reduciendo así ciertos costos fijos y variables.
Si bien es frecuente que estos galpones cuenten con alta tecnología, existen los sistemas de cama profunda o túneles de viento que con menor infraestructura y recursos económicos pueden lograr beneficios similares a los obtenidos bajo confinamiento ya que los principios básicos del sistema Wean to Finish se pueden lograr: los animales se criarán en un único sitio de producción, se logra el concepto de todo adentro- todo afuera y se contemplan los requerimientos particulares de cada categoría animal durante el ciclo productivo.
En conclusión, los sistemas Wean to Finish se presentan en una alternativa eficaz para la producción de cerdos, que contemplan el bienestar animal y se adaptan claramente a nuevas tendencias como la integración de granjas a una unidad productora de lechones en las distintas variantes que se contemplen.